Recientemente, el Consejo Federal definió con más precisión las reglas de Swissness que regirán de aquí en adelante para los relojes suizos. Entran en vigor a inicios de 2017 con un plazo de implementación hasta fines de 2018.
En 2013, el Parlamento aprobó la ley de Swissness, que el decreto reciente complementa. Indica que por lo menos el 60% del valor de producción de un reloj debe realizarse directamente en Suiza para poder llamarse suizo. Además de este requerimiento, el I+D del reloj y su mecanismo deberán también realizarse en Suiza.
Estos cambios en las exigencias se implementarán hasta a más tardar a fines de 2018, lo cual permite a la industria relojera suiza adaptarse con tiempo y usar los stocks actuales de materiales provenientes del extranjero.
El decreto también amplió el concepto de reloj con el fin de incluir a los smartwatches.
El concepto de Swissness también aplica para alimentos, rubro en que el 80% de las materias primas deben tener un origen suizo para que el producto pueda llevar el sello suizo.
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