Exitoso sistema de Inteligencia Artificial para el combate de la Pesca Ilegal en Chile

Iniciativa de Universidad de Concepción y empresa SICPA

Con tecnología de inteligencia artificial, pionera a nivel mundial, se combate la pesca ilegal en Chile. Proyecto de fiscalización remota de pesca logra precisión del 99 por ciento en reconocimiento de especies.

Hasta ahora, la pesca ilegal en Chile se calcula en un 9 por ciento y en el mundo, un 12 por ciento, lo que perjudica dramáticamente al ecosistema. Un proyecto piloto de certificación remota de especies marinas  demostró su éxito y es determinante para combatir el problema. A partir del análisis automatizado de imágenes de los peces desembarcados, el funcionamiento del piloto arrojó un 99 por ciento de precisión en el reconocimiento de las especies e incrementó hasta en 40 veces la cantidad de muestras analizadas.

“La tecnología funciona; lo que probamos en los laboratorios se pudo trasladar a un ambiente real y es posible integrarla desde ya a los procesos de industrialización. Hay resultados totalmente exitosos, identificando hasta con un 99 por ciento de certeza, una muestra de media tonelada en una descarga de 60 toneladas, lo cual es buenísimo», comentó el ingeniero Claudio Pino, gerente de Soluciones para Gobierno de SICPA.

La tecnología del proyecto fue diseñada, desarrollada y aplicada por la Universidad de Concepción y la empresa suiza SICPA, experta en soluciones de trazabilidad, en una línea de desembarque de la Pesquera Orizon, en Coronel, durante una temporada de pesca entre los meses de marzo a mayo de 2021.

«La presentación de los resultados se efectuó durante un Webinar organizado por la Cámara Chileno Suiza de Comercio, en el cual participaron los diferentes actores involucrados en la ejecución de la iniciativa, tanto gubernamentales como privados.

El proyecto, que cuenta con el apoyo del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), se enfoca en la pesca de sardina, anchoveta y fauna acompañante. Consiste en la instalación de un pórtico en las líneas de desembarque de los armadores, que cuenta con cámaras de video cuyas imágenes, analizadas espectralmente mediante algoritmos especialmente desarrollados, permiten la discriminación de las especies.

Jorge Pezoa, doctor de la Universidad de Concepción, explicó que el éxito de la iniciativa permite la certificación remota y trazable, basada en un muestreo significativo y seguro para los certificadores, no invasivo, estimando objetivamente la composición y proporciones de especies. «La precisión es que se identifican 99 de cada 100 anchovetas, sardinas, caballa y jurel, números realmente sobresalientes», dijo Pezoa.

«La forma de operar consiste en capturar los videos y hacer streaming hacia los elementos de cómputo donde operan nuestros algoritmos, infiriendo cuántos peces hay en cada foto para clasificar los individuos en cada fotograma, y luego estimamos la talla y peso para calcular la composición y proporción de especies capturadas», detalló.

Los resultados arrojaron que aplicando dos tipos de algoritmos, se identifican en promedio 300 peces por minuto lo que permite muestrear, «siete veces más que si se realiza manualmente»; mientras que con la segunda tecnología se identifican «40 veces más que el muestreo actual.

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Una fiscalización más precisa

“Los resultados proyectan que desde la fiscalización habrá aprovechamientos hoy inexistentes, por ejemplo, obtener información que posibilitará decisiones más rápidas”, destaca Claudio Báez, director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA). Explicó que ahora la norma permite a los armadores declarar las capturas hasta el día siguiente del desembarque, «pero con este sistema podremos tomar decisiones en tiempo real y el cierre de una cuota podría ser extraordinariamente milimétrico”, señaló.

Añadió que con el sistema hasta ahora utilizado -se llenan varios baldes con el pescado que es observado individualmente por los inspectores- «siempre tenemos cierto grado de angustia, hay la legítima duda de que con tres jarros estamos calificando la condición de 50 ó 60 toneladas de pesca».

Por lo tanto «vamos a tener cambios sustantivos, disminuyendo enormemente la posibilidad de errores, la certeza será mucho mayor y nuestro personal estará abocado a mirar los datos de otra forma, ganando también en independencia porque el sistema será inviolable, con un claro beneficio para la sustentabilidad».

Tecnología de futuro

«Chile lidera el grupo de pesca del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la hoja de ruta incluye usar tecnología de última generación para el monitoreo de la actividad pesquera. “Con lo avanzado acá, Chile tendrá mucho más que mostrar, porque estas tecnologías se están valorando a nivel internacional. La inspección remota a partir de una buena base de datos, los perfiles de riesgo y la transparencia, es la nueva era del monitoreo a distancia», explicó Alicia Gallardo, subsecretaria de Pesca, quien felicitó el esfuerzo público privado realizado en el proyecto y que se orienta a la sustentabilidad de los recursos.

Claudio Pino agregó que la pandemia del COVID-19 hace más urgente la utilización de la certificación remota utilizando estas tecnologías de inteligencia artificial y combinada con una capa de seguridad basada en tecnología blockchain, lo cual es una facilitación enorme para los inspectores. Además, el sistema puede ser entrenado para la identificación de diferentes pesquerías.

Compromiso con sustentabilidad

«Los resultados que vemos son notables, esto va a descargar un tremendo esfuerzo de personas y permitirá que los muestreos y la rigurosidad sean mucho más altos. Nos imaginamos estos pórticos instalados en diferentes puntos de desembarco y creo que serán medios tecnológicos que van a funcionar muy bien», señaló el gerente de Abastecimiento de Materias Primas de Orizon, Antonio Caram.  “Las empresas que quieren prevalecer tienen que abrazar la sostenibilidad como un valor para proyectarse y la fiscalización es uno de los elementos que apoyan que las pesquerías sean renovables y la actividad sustentable en el tiempo».

«La pesca ilegal en Chile se estima en torno al 9% de las capturas, una enormidad; y a nivel mundial el 12%. Eso atenta contra la preservación de los recursos, los mercados funcionan mal y las empresas que cumplen con la ley enfrentan actores que emplean armas de competencia desleal. El sector está comprometido con el cumplimiento de la legislación, la preservación de los recursos y mantenernos en el tiempo. Eso explica por qué estamos en el proyecto.

Aplicable a otras industrias

Jorge Trujillo, gerente de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica de SICPA, dijo que corresponde ahora seguir trabajando con las autoridades pesqueras para ejecutar el proyecto a escala industrial.

«Imaginamos que en el futuro próximo cada línea de descarga contará con un pórtico de identificación y que vamos a tener integración con los sistemas de Sernapesca».

Pero «hay que ir paso a paso, estableciendo compromisos de trabajo para ir implementando», primero consolidando en la Octava Región, continuar trabajando con Pesquera Orizon para identificar necesidades para industrializarlo y fijarnos una meta con la autoridad que debe dar la pauta en el paso a paso».

Añadió que será posible aplicar la experiencia a otras actividades económicas que tienen procesos industriales similares.

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